• Luego de la caída  del Silicon Valley Bank, ¿se pone un freno a la dinámica de ajuste de tasas? La historia indica que es el caso cuando ocurre un accidente financiero de esta escala.
  • El ajuste monetario no había terminado: un fuerte cambio de expectativas en EE.UU. y Europa dominaba el mercado de bonos en las semanas previas al sacudón bancario.
  • Sin dudas, este condimento adicional vuelve más complejo el desafío de la FED. Las expectativas de aumentos de tasa se esfumaron en las últimas jornadas. A su objetivo de inflación se le suma de corto plazo cuidar la salud del sistema financiero, para evitar el riesgo sistémico.

Durante los primeros meses del 2023, los mercados tuvieron un arranque de año auspicioso, en buena medida sustentado por mejoras en la economía real. En Estados Unidos, el PBI cerró 2022 con datos favorables de crecimiento, a pesar del apretón monetario por parte de la Reserva Federal.

En rigor, la primera economía mundial creció 2,1% el año pasado, por encima de las expectativas de mercado, y del 1,7% que esperaba la FED. Esta expansión se vio fundamentada en el consumo, con un mercado de empleo muy sólido que creó más de medio millón de puestos en enero, muy por encima de los 189.000 esperados inicialmente.

En resumen, señales de una economía mucho más robusta de lo que se esperaba,  considerando el ajuste agresivo por parte de la Reserva Federal al aumentar los tipos de interés un 4,5% el último año. Respecto a la inflación, la medicina aplicada tuvo sus resultados: ocho bajas consecutivas en el índice de precios desde el máximo de 9,1% interanual en junio, hacia un 6% actual.

Sin embargo, la inflación núcleo se mantuvo persistente en niveles de 5,5% – 6%. Para el mercado, esto podría dar señales de que el factor estructural de la inflación será más difícil de vencer, y que podría requerir política monetaria todavía más contractiva.

En sus discursos anteriores a la caída del SVB y el Credit Suisse, tanto la FED como el Banco Central Europeo reafirmaban la idea de más subas de tasas, y un mantenimiento de estas referencias de política monetaria en niveles más altos, y por periodos de tiempo más prolongados.

El impacto en los mercados

A principios de marzo, el mercado esperaba una suba de tasa de 50 puntos básicos por parte de la FED en la reunión de esta semana , y una tasa a 5,5% para finales de 2023.

Tras esto, la inversión de la curva de rendimiento del Tesoro Americano se profundizó a niveles históricos. El “spread” de tasas entre los bonos del tesoro a 10 años y los de 2 años de vencimiento marcó un registro negativo que superó los 100 pb. Esos diferenciales no se observaron desde la década de los ´80 bajo el mando de Paul Volcker ante la Reserva Federal, donde dicho diferencial cayó por debajo de los 200 pb negativos.

La importancia del seguimiento de este indicador radica en su poder predictivo del futuro de la actividad económica. En el pasado, cuando la curva se invirtió, es decir el diferencial se volvió negativo, sobrevino meses más tarde una recesión económica. Un nivel negativo de esta profundidad estaba indicando condiciones financieras presentes que se apretaban con fuerza para un desarrollo normal de la economía.

Se profundiza la inversión de la curva de rendimientos en Estados Unidos

Fuente: Criteria en base a Bloomberg

La caída del Silicon Valley Bank … ¿pone freno a esta dinámica?

El último 10 de marzo, las tensiones en el sistema financiero de Estados Unidos llevaron a la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB). Además de encender las primeras alarmas sobre la salud del sistema financiero de EE.UU., la noticia trajo enorme volatilidad, contagiando al resto de los activos financieros y deteriorando el humor de mercado.

Ante esta situación, el mercado dio un giro buscando refugio en los activos libres de riesgo. Como contracara las tasas de los bonos del Tesoro Americano a 2 y 10 años colapsaron, ubicándose en niveles de 3,9% y 3,5% respectivamente, un ajuste feroz de más de 100 pb (1%) en el caso del plazo más corto, circunstancia que no se veía desde el colapso bursátil de 1987.

Un ajuste en el rendimiento del bono de 2 años que no se veía desde el colapso bursátil del ´87.

Fuente: Criteria en base a Bloomberg

Respecto a las proyecciones de tasa de política monetaria de la FED, las proyecciones mutaron con igual velocidad y dirección. De esperar una tasa de 5,5% para fines de este año, se espera ahora que tras una última suba de 25 pb esta semana, comience un camino descendente hasta 4%.

Este giro se basa en antecedentes históricos. En varias ocasiones, cuando la FED ha endurecido las condiciones de liquidez (suba de tasas y/o contracción de la cantidad de dinero), “algo se rompe”, es decir algún eslabón débil en la cadena cede y produce una reacción que termina empujando a una contracción del crédito, completando el trabajo de la autoridad monetaria. La economía se frena o entra en recesión y la inflación cede a su nivel objetivo.

Sin dudas, este condimento adicional en el sistema financiero vuelve más complejo el desafío de la FED. Las expectativas de que la FED aumente su tasa de referencia en 50 pb se esfumaron en las últimas jornadas. A su objetivo de inflación se le suma de corto plazo cuidar la salud del sistema financiero, evitando el riesgo sistémico.

Conclusiones

La inflación descendente pero elevada, y los datos sólidos del mercado laboral obligaron a la FED a seguir un sendero agresivo de mayores subas de tasas de interés. Sin embargo, tras la tensión en el sistema financiero se agrega un desafío adicional, evitar el contagio que pueda crear una crisis bancaria de mayores proporciones.

¿Qué curso tomará la FED ante esta encrucijada? Lo sabremos esta semana en su nueva reunión de política monetaria. La historia nos muestra que más allá de algún retoque final, el ciclo de suba de tasas está muy cerca de completarse.