La economía de EE.UU. creo 2,5 millones de trabajos en mayo, según el último reporte del Departamento de Trabajo. El número marcó un récord para el mercado laboral de ese país, pero resalta aún más a la luz de lo que se esperaba: se calculaban 7,5 millones de puestos destruidos como resultado de una cuarentena prolongada. Por suerte, no sucedió.

En este contexto, la tasa de desempleo se dio el lujo de caer. Se redujo a 13,3%, cuando los pronósticos de Wall Street la ubicaban en torno al 20% para ese mes. La sorpresa positiva, de unos diez millones de empleos, revitalizó las expectativas: el mercado de trabajo de EE.UU. podría haber hecho piso. Esto, de confirmarse en junio, podría permitir una recuperación más rápida para la economía de ese país y del mundo.

El dato fue celebrado por el presidente Donald Trump, quien lo calificó de un “número estupendo” y “sorprendente”. El mercado de acciones también festejó, con un S&P 500 que continuó su suba hasta recuperar casi por completo la caída que le produjo el Covid, tomando como base el inicio del 2020.

El proceso de recuperación económica, sin embargo, tiene camino por recorrer. En Abril se habían destruido 20,7 millones de trabajos, por lo que la reinserción laboral en mayo sería sólo el primer paso. El mercado de igual modo celebró la tendencia, reconfigurando el precio de los activos financieros.

Como decíamos, las acciones comprendidas en el S&P ya han prácticamente descontado todo lo perdido por la crisis del coronavirus en este 2020, un rally que fue casi tan vertiginoso como su caída un par de meses atrás. Ocurre aún antes de que la crisis sanitaria se encuentre superada, y con la economía apenas dando las primeras señales de reactivación. A la fecha, EE.UU. reportó casi dos millones de casos de infección y 110,000 víctimas fatales.

Posiblemente, no obstante, sea posible encontrar una repuesta en el monumental estímulo fiscal y monetario que han aplicado los países desarrollados como medicina económica. Asignaciones fiscales, tasas de interés al mínimo y política monetaria no convencional.

Estímulos moderan el impacto del Covid-19 en la economía global , LatAm y Europa sufren más que EE.UU.

Proyección para crecimiento del PBI real en 2020, en %

Fuente: International Institute of Finance (IIF

En EE.UU. la Reserva Federal recortó las tasas de interés hacia el rango 0-0,25%, mientras que su programa de estímulo “ilimitado” incluyó por primera vez la compra de bonos corporativos.

Por su parte, el Banco Central Europeo incrementó las medidas de estímulo en la última semana, aumentando el monto para su Quantitative Easing y extendiendo el horizonte hasta 2021. El paquete europeo asciende ahora a 1,35 billones de euros o 11,3% del PBI de toda la eurozona.

Esto configura un soporte muy relevante para los activos financieros. Incluso antes de que la pandemia fuera contenida y los paquetes desplegados, los activos ya estaban evolucionando positivamente al conocerse la magnitud del auxilio. A su vez, la noticia de que la Reserva Federal comprará bonos corporativos favorece a nuestro entender un posicionamiento mas agresivo en bonos grados de inversión y de alto rendimiento (High Yield).

En este contexto, los registros de movilidad a partir de una curva de contagios en muchos casos contenida sugieren que las economías centrales están ya próximos a una fase de “nueva normalidad”. Las restricciones de movilidad medidas por las empresas tecnológicas sugieren caídas de entre 15% y 20%, cuando en el pico de la crisis del Covid y el auge de las cuarentenas éstas registraban números de hasta 75%.

Datos de movilidad en países centrales reflejan un acercamiento a condiciones de “normalidad”

Registros de Movilidad en EE.UU (gris), Alemania (Violeta), Italia (Celeste) y el Reino Unido (Verde)

En este contexto, y a medida que los países intentan recuperar sus condiciones preexistentes para su economía, creemos oportuno reconfigurar los portafolios globales de inversión.

Recomendaciones de inversión

Como estrategia general, observamos una relación de riesgo retorno atractiva en la renta fija corporativa de EE. UU., principalmente de grado de inversión y de alto rendimiento, en detrimento de la renta variable global. Creemos oportuno tomar ventaja de diferenciales o spreads atractivos desde un punto de vista histórico para un posicionamiento táctico.

Para ese reposicionamiento, sugerimos aminorar la exposición a riesgo accionario japonés y brasileño, dejando inalterada la posición en acciones de EE.UU. Asimismo, buscamos una reducción del efectivo para tomar provecho de las oportunidades de inversión.

Consulte a su asesor para una adecuada configuración del portafolio.