El canje de deuda por bonos soberanos bajo ley extranjera expiró sin éxito el último viernes con una adhesión estimada por debajo del 20%. Los acreedores, que ya se habían manifestado disconformes, materializaron su postura al rechazar mayoritariamente la reestructuración que propone el estado argentino para una porción selectiva de su stock de deuda.

El resultado, si bien estaba en línea con lo anticipado, debilita de plano la propuesta actual y obliga al Gobierno a mejorar o “endulzar” las condiciones si busca convencer a los bonistas. El presidente Alberto Fernández declaró en una entrevista radial que “la negociación sigue” y extendió el plazo de adhesión. El próximo 22 de mayo, a las 5pm de Nueva York, se convierte ahora en la nueva escala en la zaga de la deuda argentina. 

Ese día vence el período de gracia por el pago de USD 500 millones en bonos globales que debió hacerse en abril. Si no hay un acuerdo, el país entrará nuevamente en cesación de pagos, con riesgos de que se activen cláusulas cross-default sobre la porción de deuda que contempla esa posibilidad. 

Dentro del universo de acreedores, queda claro que acercar posiciones con los grandes fondos de inversión como Blackrock, Pimco o Fidelity es condición necesaria para llegar a un acuerdo. En este canje, se estima que el 70% de los bonistas locales tomó la oferta. Sin embargo, estos apenas representan el 10% del total. 

En este contexto, se pueden proyectar tres escenarios: el Gobierno mejora la oferta y acuerda con acreedores en los próximos días, el Gobierno deja caer la negociación y se declara el default, o bien realiza el servicio de los bonos globales y gana tiempo hasta junio, cuando vence un nuevo pago de títulos con ley extranjera

Si el Gobierno quisiera adoptar la tercera estrategia (pagar y negociar), deberá afrontar servicios por USD 3.200 millones para la deuda con ley extranjera durante 2020. De este modo, podría seguir negociando con la deuda performing, pero ha reiterado en varias oportunidades que las reservas son escasas para afrontar estos montos.

La economía ya da las primeras señales del impacto del Covid

Mientras el Gobierno negocia el frente de la deuda, el impacto en la actividad de la crisis del coronavirus empieza a reflejarse en las estadísticas.  

Los registros para actividades como la construcción y la industria presentaron caídas interanuales de 32% y 17%, respectivamente. A partir de abril, los números van a deteriorarse aún más. 

Como señalamos anteriormente, la severidad de la cuarentena argentina en relación a otras medidas de aislamiento regional permiten anticipar daños más profundos en su economía. Se proyecta una caída interanual de doble dígito en el segundo trimestre con arrastre hacia un incierto tercer cuarto si las restricciones no se relajan para ese entonces. 

“Me tengo que morder la lengua, pero el panorama es realmente muy malo,” sentenció el titular del INDEC Marco Lavagna frente a empresarios. 

El Gobierno argentino, que oficializó la cuarentena obligatoria el 20 de marzo, prorrogó su extensión este fin de semana, aunque liberó algunas zonas geográficas y actividades puntuales.

Primeros datos económicos: la construcción y la industria se desploman en marzo

Indicador de la actividad de la construcción (ISAC) Serie Original, desestacionalizada y tendencia ciclo, base 2004 = 100 (Enero 2012 a Marzo 2020)

Fuente: INDEC.

IPI Manufacturero nivel general. Serie Original, desestacionalizada y tendencia ciclo, base 2004 = 100 (Enero 2016 a Marzo 2020)

Fuente: INDEC

El Gobierno explicitó que espera una caída del PBI de 6,5% para este año, y que el rojo fiscal primario ascenderá a 3,1% del PIB, financiados íntegramente con señoreaje y emisión monetaria. 

Otras estimaciones privadas, sin embargo, ubican el déficit primario por encima de 5 puntos del producto. Este mecanismo de financiación ya está generando un crecimiento abrupto en la cantidad de dinero en la economía, amenazando con presión adicional en demanda de dólares. Hacia finales de año, cuando se espera se recomponga la demanda de bienes, el impacto inflacionario podría estar cómodamente encima de los registros de 2019.

En un contexto que combina expansión agresiva del gasto con desplome de recaudación real (-26% en abril), el acceso al financiamiento en el mercado doméstico sería una herramienta indispensable para amortiguar los efectos de la emisión de moneda en la inflación.

Recomendaciones de inversión

Evaluamos en envíos anteriores la conveniencia para el inversor argentino de diversificar riesgo país hacia productos financieros con riesgo internacional. Sostenemos nuestra preferencia por activos externos y una cartera diversificada. 

Consulte a su asesor para una adecuada configuración del portafolio.